Después de la llamada del Señor mi visión de la vida cambió, ya que me converti en el portavoz de Dios al pueblo de Israel, una nación rebelde en mis tiempos, ya que se rebelaron contra Yahvé. El pueblo de Israel era de dura cerviz (orgulloso) y corazón obstinado; y me dijo que si me escuchaban o no sabrian que habia un profeta entre ellos, ademas tambien me dijo que no les tuviera miedo ni a ellos, ni a lo que digan ya que son casa rebelde, y que les comunicará las palabras de Él. Luego me dió un rollo para que me lo comiera dónde estaba escrito: "Lamentaciones, gemidos y ayes", y así hice.Posteriormente fui donde estaban deportados de Tel Abib que residían junto al río Quebar y permanecí alli siete días, aturdido, en medio de ellos. Al cabo de los siete días Yahvé me llamó otra vez diciendome me había constituido centinela (guardia) de la casa de Israel. También me dijó que cuando oyese su voz, les avisase de su parte y cuando Él dijiese al malvado : "Vas a morir, si yo no le avisaba, sino le hablaba para advertirle al malvado que abandonase su mala conducta y viva, él, el malvado morirá por su culpa, pero de su sangre me pediria cuentas a mi. Pero si le advertia al malvado y él no se aparta de su maldad y de su mala conducta, él morirá por su culpa, pero yo había salvado mi vida.
Otro día vino sobre mí su mano y me dijo :" Voy a pegar tu lengua al paladar, te quedarás mudo y dejarás de ser su acusador, porque son una casa rebelde. Pero cuando vuelva a hablarte abriré tu boca y les dirás:¨Así dice el Señor Yahvé¨; el que quiera que escuche y el que no, que lo deje; porque son una casa de rebelde. Me quede sorprendido pero le hice caso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario